Una suave desaceleración en la economía global


En un 2019 marcado por las elecciones presidenciales, Argentina deberá permanecer atenta a lo que suceda con la economía global.

El año 2019 es importante para la economía mundial y también, claro está, para la Argentina, en la que se suma una elección crucial. Será la primera vez desde el surgimiento del peronismo que un presidente electo no peronista termina su mandato.
Por cierto, la economía local estará condicionada por las encuestas previas, por las PASO del 11 de agosto y por la elección general del 27 de octubre. En cuanto a la economía global, y en línea con lo previsto en nuestros informes, se observa una fase de suave desaceleración.

Coincide en esta visión la directora-gerente del FMI, Christine Lagarde. En su discurso del 2 de abril en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, anticipó que la institución revisaría levemente hacia abajo sus pronósticos de crecimiento mundial. Pero, siempre según sus previsiones, la economía mundial se beneficiaría del acuerdo comercial en ciernes entre China y los Estados Unidos y, por otro lado, en un ritmo más paciente de normalización monetaria por parte de los principales bancos centrales (liderados por la Reserva Federal estadounidense) de un mayor estímulo en China y otros países. Coincidimos con estos diagnósticos, siempre y cuando se concrete el acuerdo comercial chino-estadounidense, ya que en caso contrario el mundo sí podría entrar en recesión.

Las catástrofes entonces pronosticadas de suba de tasas de interés, valorización del dólar y caída de los precios de las materias primas no se han concretado hasta ahora, o lo han hecho muy moderadamente. El dólar está un poco más depreciado que en noviembre de 2016, aunque sí se valorizó, y bastante, respecto de las monedas latinoamericanas y otras como la lira turca.Los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron, pero luego bajaron y, sí, están un poco más altos que el bajísimo nivel de entonces. Son más las materias primas que subieron que las que cayeron, aunque hemos tenido la mala suerte de que las que bajaron son varios granos y subproductos, como la soja, debido a una sucesión sin precedentes de seis años con producción record, sobre todo en Estados Unidos, y de la tensión entre EE.UU. y China.

En fin, el riesgo país medido por el EMBI está igual que en 2016 y bolsas como las de la Argentina y Brasil subieron, aún medidas en dólares. En síntesis, nuestra visión sigue siendo moderadamente optimista respecto de la economía global.



Comentarios

  1. Anónimo22:05

    La economía mundial está en crisis, pero nadie quiere aceptarlo, que realmente estamos entrando en una crisis poco a poco por culpa del capitalismo tan grande que se ha implementando en muchas corporaciones, gracias por este post, Aaron.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Zetsu22:08

      Nada nuevo, desde hace muchos años se dice que la economía caerá en una crisis financiera que nadie podrá detener y ahí sigue con el mismo funcionamiento y funcionalidad de siempre.

      Eliminar
  2. _Alan_2322:16

    Muchas de las economías en desarrollo que están quedando rezagadas dependen en gran medida de los productos básicos, tanto en los ingresos de exportaciones como en la financiación para los gastos fiscales. La combinación de una alta volatilidad de los ingresos fiscales y de exportación a menudo se traduce en grandes oscilaciones de la actividad económica y en tasas de crecimiento más bajas a largo plazo. Estos efectos se agravan en los países con una gobernanza deficiente y una calidad institucional deficiente, donde la falta de diversificación puede representar una barrera para el desarrollo socioeconómico. Entre los países que no han registrado un crecimiento significativo y cuyas economías dependen de los productos básicos, muchos también están sumidos en conflictos armados o en los últimos decenios han debido enfrentar disturbios civiles e inestabilidad.

    ResponderEliminar
  3. Daniela Pavón22:20

    Las cifras que se publican ocultan las fragilidades y los reveses de muchas economías en desarrollo y el ritmo desigual del progreso económico en todo el mundo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares