EE.UU. y China rebajan la tensión, pero mantienen la amenaza de más aranceles

Según la Casa Blanca, la orden que Trump dio
el viernes a las empresas estadounidenses de abandonar China provocó
que el gobierno del país asiático contactara con Washington en dos ocasiones
durante el fin de semana. «China ha llamado a nuestros responsables del área de
comercio y nos han dicho que quieren volver a negociar. Es algo que merece
mi respeto. Es un avance muy positivo para el mundo», confirmó ayer Trump en
una conversación con periodistas de la que informó posteriormente el gobierno
norteamericano.
Eso sí, el presidente norteamericano abogó
por llegar a un «buen pacto para Estados Unidos» ya que si no, «no habrá
acuerdo», incluyendo un dardo a la Unión Europea en la rueda de prensa
posterior al encuentro en Biarritz (Francia) del G-7. «La UE es muy dura a la
hora de llegar a un acuerdo, pregúntenle a Theresa May», señaló, para añadir
que confía en poder llegar a un acuerdo con el bloque europeo sin la necesidad
de imponer aranceles a los automóviles continentales.
Con el margen de tiempo para la negociación
estrechándose, la Prensa oficial rechaza amenazas y advierte a las empresas
estadounidenses del «suicidio» que sería marcharse del descomunal mercado
chino, como les ha ordenado Trump. Aunque pocas compañías pueden tomarse en
serio el tuit en el que lo dijo, los periódicos de la propaganda china
recuerdan a través de editoriales y opiniones de expertos la quimera de
los 1.400 millones de consumidores potenciales. Como ejemplo, el diario «Global
Times», altavoz del Partido Comunista, cita al gigante automovilístico General
Motors, que el año pasado vendió más coches en China (3,65 millones) que en su
propio país (casi tres millones).
Comentarios
Publicar un comentario