El Brexit y un alza de impuestos nublan el futuro del sector turístico

Pese a la inestabilidad política y global, el
turismo en España continúa aguantando el pulso y va encaminado a registrar
nuevos récords tanto en llegadas como en gastos de turistas. Sería el séptimo
año consecutivo de máximos, aunque para ello tiene que sortear bastantes
piedras por el camino. Los retos a los que se enfrenta la industria son varios,
y así lo indica la Mesa del Turismo, una organización empresarial que aglutina
a diversos sectores.
Esta asociación coincide con otros actores
del turismo en que este año los datos de llegadas de viajeros internacionales y
de gasto turístico será similar a los años anteriores, aunque explica que estas
previsiones «pueden verse afectadas por las incertidumbres que se proyectan»
sobre la industria. Estas son, entre otras, la pérdida de atracción de los
destinos de sol y playa, la posibilidad de un Brexit duro y un posible alza de
impuestos.
Hasta junio, España recibió un 2,8% más de
turistas con respecto a 2018, hasta los 38,1 millones, mientras que el
gasto se incrementó un 3,6%, hasta los 40.380 millones de euros. Sin embargo,
esta buena marcha entra ahora en unos meses clave. Por un lado, la temporada de
verano es la que más demanda de turistas tiene, pero el año pasado ya sufrió un
retroceso por primera vez en diez años. Un hecho que podría volver a suceder
este año.
Y es que en lo que llevamos de año los destinos
de sol y playa están sufriendo una caída en la demanda de turistas. El caso más
evidente es Canarias, donde la llegada de extranjeros ha disminuido un 2,8%.
Otros destinos, como Baleares o distintas zonas del litoral de Andalucía
tampoco están cumpliendo sus expectativas. Un hecho que se constata en la
demanda de los paquetes turísticos, que ha caído en un 6,8% en el primer
semestre. No parece que la tendencia vaya a bajar en estos meses cuando, según
avisaron los hoteleros, algunos turoperadores están presionando para que bajen
los precios de las habitaciones de hotel y así rellenar la oferta.
En este descenso del turismo de sol y playa
están contribuyendo sobre todo la recuperación de los países competidores
del Mediterráneo, como Turquía, Túnez y Egipto. El caso del país otomano es
sintomático, ya que gracias a una oferta basada en precios más baratos logró
que en 2018 fueran 46 millones de turistas, un récord que seguramente siga
batiendo próximamente. Con esta estrategia, Turquía está «robándole» turistas
alemanes a España. Aunque desde las empresas del sector también explican que
las altas temperaturas en Europa están provocando que los turistas
internacionales no tengan la necesidad de buscar el sol y playa de España.
La disminución del mercado turístico creo que mucho se debe a la devaluación mundial que han sufrido las monedas, cosa que ha hecho que otros destinos tomen mayor fuerza a los destinos más acostumbrados y conocidos a nivel mundial por su recepción de turistas
ResponderEliminarTambién creo que hay un tema de seguridad ahí, un tema de aceptación de criptodivisas, del bitcoin y de cómo las personas pueden gastar sus monedas sin mayor problemática
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